Es noticia
¿Y ahora qué? El dilema de la oposición venezolana
  1. Mundo
análisis

¿Y ahora qué? El dilema de la oposición venezolana

Las presiones exteriores e interiores sobre el régimen de Maduro aumentarán en los próximos días, pero su resultado es muy incierto. Los opositores no tienen demasiadas opciones

Foto: Protestas de la oposición en Venezuela. (EFE/Alexandre Meneghini)
Protestas de la oposición en Venezuela. (EFE/Alexandre Meneghini)

Venezuela vive un punto y seguido tras las elecciones del domingo. La situación enquistada no ha encontrado una resolución con la llamada a las urnas, sino que ha ratificado las posiciones anteriores, por más que existan novedades significativas. Ahora es el momento de las manifestaciones en las calles de los opositores, de las políticas declarativas de países extranjeros y de la exigencia de demostración de la realidad de los resultados que el Gobierno anunció. Sin embargo, no aparecen en el horizonte grandes cambios, aseguran los expertos consultados.

En cuanto a los resultados, la inexistencia de entidades verificadoras fiables vuelve difícilmente demostrables los números que unos y otros ofrecen. Si los porcentajes ofrecidos por el Gobierno pueden parecer poco creíbles, tampoco lo son los de la oposición, que aseguran que su victoria fue rotunda. Como subrayaba ayer Pablo Pombo, comicios tan enfrentados movilizan en masa a partidarios y detractores, por lo que lo más probable es que la distancia real entre un bloque y otro no haya sido elevada. Sin embargo, y dado que ni Gobierno ni oposición van a ceder (Maduro ya ha anunciado que esta vez no habrá ningún tipo de debilidad con los opositores), los resultados reales seguirán sin ser conocidos y, por tanto, servirán de poco a la hora de determinar los equilibrios de poder en Venezuela.

La presión exterior

La política venezolana se moverá entre la presión interior y la exterior. Es probable, aseguran los expertos, que además de las movilizaciones, en estos días se emitan comunicados más duros por parte de países hostiles al régimen de Maduro, pero también por parte de EEUU, de la UE y de países de la zona insistiendo en la necesidad de transparencia. No obstante, si el Gobierno venezolano no fuera preciso en sus explicaciones, tampoco parece que las consecuencias vayan a ser notables. Bruselas ya ha subrayado los fallos e irregularidades que ha sufrido el proceso electoral, pero los Estados miembros no anuncian sanciones.

El Gobierno de Maduro ha firmado acuerdos energéticos con empresas estadounidenses, españolas, francesas y mexicanas

Tampoco EEUU tiene mucho mayor margen de maniobra a la hora de presionar. El acuerdo de Barbados, celebrado entre el Gobierno y la oposición venezolana en octubre del año pasado, en el que se acordaban las garantías electorales para estas presidenciales, también provocó el levantamiento de algunas sanciones sobre el régimen de Maduro, relacionadas especialmente con los sectores petrolero y gasístico.

Ya en noviembre de 2022, EEUU había otorgado una licencia a la compañía estadounidense Chevron para reanudar operaciones en Venezuela, y en abril de este año se inauguró el primero de los 17 pozos de nueva generación que Petroindependencia, la empresa coparticipada por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Chevron, ha previsto abrir este año. En los últimos meses, el Gobierno de Maduro ha firmado acuerdos con la española Repsol, la francesa Maurel & Prom y la mexicana Pemex, entre otros. En un contexto geopolíticamente tenso, en el que los precios del petróleo tienen una relevancia especial, la capacidad de presión de las potencias occidentales es menor. Máxime cuando al otro lado están los países como China, Rusia e Irán, que han reconocido oficialmente a Maduro como presidente reelecto.

El dilema de la oposición

Lo previsible, en este escenario, es que el Gobierno venezolano presente algunos documentos acreditativos de los resultados con los que trate de contrarrestar la narrativa opositora, lo que provocará más ceremonia de la confusión y más movilizaciones por ambas partes. Sin embargo, señalan los expertos, el oficialismo saldrá deteriorado de este proceso y la oposición más legitimada, entre otros motivos porque, al contrario que en los anteriores comicios, en estos decidieron participar y lograron unirse.

Pueden argumentar que les han robado las elecciones, mientras que las anteriores se las regalaron a Maduro al no presentarse

La estrategia de negar legitimidad a Maduro y de nombrar presidente interino a Guaidó, que se demostró fallida, ha dejado paso a una oposición más organizada, que ha presentado un candidato común y que ha demostrado que puede poner las bases para un cambio futuro. Es el paso de una oposición que apostó por el derrocamiento directo del régimen y que trató de forzarlo, con escasa fortuna, a otra que ha elegido una transición que puede ser larga, pero que está ya presente. Pueden argumentar que les han robado las elecciones, mientras que las anteriores se las regalaron a Maduro al no presentarse.

La oposición tratará ahora de presionar al Gobierno desde la calle, ya que un cambio a corto plazo, señalan los expertos, solo puede venir de dentro, pero parece improbable. No hay que olvidar que hay una oposición venezolana que demandó con insistencia una intervención estadounidense para derrocar a Maduro y que tiene todavía en mente esa posibilidad. Sin embargo, hay otra parte de la oposición para la que la perspectiva es diferente: en esta clase de situaciones, los cambios de sistema pasan por una transición en la que se les ofrezca una salida a los gobernantes precisamente para que ese cambio sea posible y se lleve a cabo. Si la presión exterior se apoya únicamente en lo declarativo y las sanciones no existen o son menores, como parece, la oposición venezolana tendrá que apostar por la segunda posibilidad con más insistencia.

Venezuela vive un punto y seguido tras las elecciones del domingo. La situación enquistada no ha encontrado una resolución con la llamada a las urnas, sino que ha ratificado las posiciones anteriores, por más que existan novedades significativas. Ahora es el momento de las manifestaciones en las calles de los opositores, de las políticas declarativas de países extranjeros y de la exigencia de demostración de la realidad de los resultados que el Gobierno anunció. Sin embargo, no aparecen en el horizonte grandes cambios, aseguran los expertos consultados.

Noticias de Venezuela Nicolás Maduro
El redactor recomienda